El medio rural y las oportunidades que depara el turismo post-pandemia

Por Pako Rodríguez, consultor especializado en turismo. (Publicación original en castellano)

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En la primera parte de este artículo, vimos algunas herramientas de análisis para poner en valor un territorio de cara a convertirlo en un destino turístico. Ahora, con la vacuna desarrollada, toca analizar cómo será la nueva realidad del turismo mientras dure este periodo de transición hasta su  aplicación a nivel global para, así, estar preparados cuando la población esté definitivamente inmunizada. Y es que, como dice Brian Chesky, “cuando regresen los viajes, con toda su fuerza, serán diferentes”.

Según un estudio realizado por Caixabank, la reactivación del sector turístico será una realidad este mismo año, alcanzando cifras de 2017. Se trata de un dato esperanzador, ya que estamos hablando de niveles que, según la OMT (Organización Mundial del Turismo), ya marcaban récords de viajes, tanto nacionales como internacionales. Si hacemos caso a este optimista estudio, quizás lo más conveniente es comenzar a vislumbrar las tendencias que marcarán el turismo post-pandemia y cómo serán los efectos tanto a nivel social como económico que sufriremos. 

Grandes necesidades, nuevas opciones

Si algo hemos aprendido durante 2020 es que existe un excedente de valor que estaba infrautilizado. A lo largo de este año hemos visto como, frente a la necesidad más acuciante, muchas empresas -y también la ciudadanía- han activo recursos que se encontraban ociosos debido al parón turístico y general para solventar la situación. En este interesante artículo de SmartTravel podemos ver una lista más completa que podemos resumir en estos tres puntos: 

  • Frente a las reticencias a compartir espacio con otros comensales, hemos visto cómo hoteles urbanos de EE.UU. han convertido algunas de sus suites en salas privadas para almuerzos o cenas familiares.

  • También han aparecido alternativas de hoteles sin restaurante propio que ofrecían espacio privado en sus instalaciones para que un grupo de amigos o familia pueda pedir comida del exterior, vía cualquiera de las apps que existen en el mercado.

  • O, incluso, en vez de cerrar el restaurante ante la falta de clientes, algunos hoteles se han apuntado a la tendencia de ofrecer comida a domicilio haciendo uso de esas mismas apps.

Si algo hemos aprendido de esta pandemia, es que las combinaciones son múltiples cuando hacemos uso de todos nuestros recursos junto con lo que existe fuera de nuestra organización y ponemos el foco en las necesidades del mercado. Estas acciones no deberían caer en el olvido y los agentes turísticos deberían tomar nota una vez pase la pandemia. 

 
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En cuanto a otra de las actividades estrella durante estos meses, el teletrabajo, conviene entender que, si bien los niveles no serán como los actuales (en España, la cifra ha alcanzado el 34% de los ocupados frente a un 4,8% en 2019), es una tendencia que también ha venido para quedarse. Los potenciales destinos del medio rural, cuya oferta concentra buena parte de lo que pide la demanda (naturaleza, espacios, mejores precios…), deberían estar preparados para la carrera que ya se está produciendo con el fin de atraer a estos teletrabajadores.  

Lo mismo ocurre con el turismo MICE (acrónimo en inglés utilizado para definir el turismo de negocios: Meetings, Incentives, Conventions and Exhibitions/Events), sector en el que, si bien los eventos o reuniones online seguirán teniendo protagonismo, el factor humano y los encuentros en persona seguirán teniendo mucho peso. Tratándose de un nicho muy potente (representa el 6% del turismo nacional, generando 6.000 millones de euros anuales con un turista que realiza un gasto medio de  208 euros / día), conviene entender qué busca este cliente y cómo atraerlo. Nuevamente, el medio rural mejor conectado con grandes ciudades tiene una oportunidad de posicionarse dentro de este nicho. 

Por último, el turista medio, ese que ya ha viajado durante los meses de la pandemia a zonas más rurales y próximas, también interesa tenerlo en cuenta para atraerlo mediante una oferta diferenciada (actividades al aire libre, deporte de aventura, conciertos…) y adaptada a una nueva realidad que tardará aún algunos años en ser parte del recuerdo colectivo. 

La comunicación, clave

Para llegar a cualquiera de estos nichos conviene entender que no es suficiente con crear oferta. Para atraer a la demanda en un escenario tan competitivo como el que se nos presenta, hay que llegar a ella a través de estrategias de comunicación perfectamente diseñadas donde quede claro a quién nos dirigimos (segmentar) para entender qué idioma habla, qué red social utiliza, a qué influencers sigue, qué medios lee y qué piensa. Para conseguir toda esa información tenemos como aliada a la tecnología, la cual además nos permitirá obtener datos para validar -o no- nuestras hipótesis iniciales. 

 
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La comercialización a través de plataformas digitales apoyándonos en las redes sociales, e incluso en experiencias digitales como herramienta de marketing, será otro de los factores clave durante los próximos años, en los que han de convivir la tecnología y los datos que esta genera, la era post pandemia y las consecuencias que traerá y la nueva realidad del turismo. 

En Ideas for Change hemos lanzado Destinos que molan, una línea enfocada en ayudar a territorios que quieren convertirse en destinos turísticos y a destinos que quieren transformarse dejando atrás esquemas anteriores y obsoletos. 

Si quieres estar en la nueva realidad del turismo,

 

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