Turismo regenerativo

Turismo regenerativo

Turismo para un crecimiento inclusivo

Turismo para un crecimiento inclusivo

27 de septiembre de 2021

Por Pako Rodríguez, consultor especializado en turismo. (Publicación original en castellano)

Antes de entrar en materia turística habría que describir qué es o qué entendemos por inclusivo, ya que muchas veces nos quedamos en la palabra y obviamos o no profundizamos lo suficiente en el significado de ésta. En la publicación del Día Mundial del Turismo de la OMT podemos leer: “la pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto social y económico colosal. Economías desarrolladas y en desarrollo han sido golpeadas, y la peor parte se la han llevado los grupos marginados y las personas más vulnerables. La reactivación del turismo ayudará a impulsar la recuperación y el crecimiento, pero es esencial que los beneficios que se generen se distribuyan de manera amplia y justa”. Además, también se habla de la esencialidad de un turismo accesible para el disfrute de todos. 

Es decir, tenemos dos pilares fundamentales: por una parte el turismo como base para retomar la senda del crecimiento económico, que tenga en cuenta en especial a grupos en situación de vulnerabilidad a través de la distribución justa de los beneficios, y por otra , que este turismo esté al alcance de todos los bolsillos

Si profundizamos en este último punto, vemos que tiene una doble función: en primer lugar, cuantas más personas viajen mayor será el impacto económico que se producirá y, en segundo, porque aún estamos instalados en una pandemia que en los momentos más duros nos ha limitado de manera extrema la movilidad

Los confinamientos domiciliarios, las restricciones de actividad social y sobre todo la tragedia de las pérdidas humanas, han tenido un efecto psicológico cuya magnitud aún tardaremos tiempo en comprender. Viajar, visitar sitios nuevos, conocer nueva gente, mejora la salud mental, y de ahí la importancia de ese punto. 

Por si esto no fuera poco, según datos de la propia OMT, en 2020 32 millones de personas cayeron en la extrema pobreza. Este hecho ha afectado en especial a países en vías de desarrollo, donde las mujeres, mayoría en el sector turístico, han sufrido aún con más fuerza esta crisis global. 

Además de las mujeres, se hace especial mención al personal del sector con baja remuneración, los más jóvenes, los más mayores, las comunidades indígenas y las personas con discapacidad, donde se destaca la posición de desventaja de la que parten en esta reactivación. 

Teniendo en cuenta que el segundo principio de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y sus ODSs es no dejar a nadie atrás, parece claro que hay mucho trabajo por hacer para que esta frase sea un hecho y no un simple slogan. Está demostrado, debido a su efecto multiplicador, entre otros factores, que el turismo tiene la capacidad para conseguirlo o, al menos, para contribuir de una manera mucho mayor que otros sectores. Ahora falta demostrarlo en estos tiempos difíciles que nos ha tocado vivir. 


Para ello, la OMT se centra en tres esferas, que se podrían enriquecer de la siguiente manera: 

  • Alianzas: en la publicación que han lanzado para esta edición se centran en el nivel más macro, obviando quizás las casi obligatorias alianzas al nivel más local, cada vez más necesarias y de las que ya tenemos ejemplos tanto de grandes capitales como de los municipios más pequeños. O la colaboración público privada, y por supuesto la también indispensable colaboración entre el sector privado, incluso entre competidores.

  • Sensibilización: Se remarca la importancia del papel político y de los diferentes gobiernos, que claramente es importante y muy necesario por el rol que ocupan las diferentes políticas públicas en el sector, pero no olvidemos que la sensibilización es trabajo de toda la cadena de valor del sector. En Fiturnext podemos ver cómo casi cada una de las iniciativas que analizamos es un vehículo de sensibilización que convierte cada viaje en una transformación personal del visitante y contribuye al cambio desde la base, que son los y las viajeras.  

  • Mirar hacia el futuro: con un mensaje en el texto muy centrado en el hoy, sin entrar en cómo la tecnología, su conocimiento y acceso, es un vehículo para el crecimiento, ahora más que nunca y especialmente en el sector turístico. Y, por desgracia, la falta de acceso a la misma puede ser otro factor que contribuya a dejar atrás a esos grupos vulnerables.  

Desde Ideas for Change estuvimos en 2020 y 2021, en plena pandemia, trabajando en el reto Fiturnext sobre “cómo el turismo puede contribuir a la igualdad de género”. Entre todos los aprendizajes comprobamos que, si bien se está haciendo un trabajo excelente tanto desde dentro como desde fuera del sector, también queda mucho por hacer. La edición anterior de Fiturnext (2019) estuvimos enfocados en “cómo el turismo puede contribuir al desarrollo económico local”, donde vimos el potencial del turismo para impactar en la economía más local, aportando soluciones incluso en temas de despoblación. 

Tenemos claro que el turismo, bien gestionado, es un vehículo para el cambio positivo. Un cambio que respeta y abraza la diversidad cultural y de cualquier tipo, porque viajar se trata de eso, del deseo de conocer lo ajeno y poner en común lo propio. Viajar también es que las personas se unan y se ayuden mutuamente, especialmente en épocas difíciles. También es que mujeres ayuden a mujeres y los hombres sean parte de la solución, no del problema. Ver que la despoblación es también una oportunidad para los locales porque hay personas que buscan alejarse de grandes núcleos. Que la accesibilidad no es solo poner una rampa, sino una mejora justa y necesaria de los núcleos urbanos ya que todos, más tarde o más temprano, necesitaremos que nos faciliten las cosas. Que la brecha digital, tanto de acceso como de uso, ya es una brecha social más. 

Por todo ello, creemos que este mensaje del Día Mundial del Turismo es muy acertado y necesario y que, efectivamente, hay que poner el turismo al servicio de la recuperación de la manera más eficiente posible. Siguiendo esta premisa como hoja de ruta estamos trabajando desde una óptica regenerativa a través de diferentes proyectos

A partir de aquí, la pregunta que ha de ser una constante es:

¿A quién nos estamos dejando atrás?

Por Pako Rodríguez, consultor especializado en turismo. (Publicación original en castellano)

Antes de entrar en materia turística habría que describir qué es o qué entendemos por inclusivo, ya que muchas veces nos quedamos en la palabra y obviamos o no profundizamos lo suficiente en el significado de ésta. En la publicación del Día Mundial del Turismo de la OMT podemos leer: “la pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto social y económico colosal. Economías desarrolladas y en desarrollo han sido golpeadas, y la peor parte se la han llevado los grupos marginados y las personas más vulnerables. La reactivación del turismo ayudará a impulsar la recuperación y el crecimiento, pero es esencial que los beneficios que se generen se distribuyan de manera amplia y justa”. Además, también se habla de la esencialidad de un turismo accesible para el disfrute de todos. 

Es decir, tenemos dos pilares fundamentales: por una parte el turismo como base para retomar la senda del crecimiento económico, que tenga en cuenta en especial a grupos en situación de vulnerabilidad a través de la distribución justa de los beneficios, y por otra , que este turismo esté al alcance de todos los bolsillos

Si profundizamos en este último punto, vemos que tiene una doble función: en primer lugar, cuantas más personas viajen mayor será el impacto económico que se producirá y, en segundo, porque aún estamos instalados en una pandemia que en los momentos más duros nos ha limitado de manera extrema la movilidad

Los confinamientos domiciliarios, las restricciones de actividad social y sobre todo la tragedia de las pérdidas humanas, han tenido un efecto psicológico cuya magnitud aún tardaremos tiempo en comprender. Viajar, visitar sitios nuevos, conocer nueva gente, mejora la salud mental, y de ahí la importancia de ese punto. 

Por si esto no fuera poco, según datos de la propia OMT, en 2020 32 millones de personas cayeron en la extrema pobreza. Este hecho ha afectado en especial a países en vías de desarrollo, donde las mujeres, mayoría en el sector turístico, han sufrido aún con más fuerza esta crisis global. 

Además de las mujeres, se hace especial mención al personal del sector con baja remuneración, los más jóvenes, los más mayores, las comunidades indígenas y las personas con discapacidad, donde se destaca la posición de desventaja de la que parten en esta reactivación. 

Teniendo en cuenta que el segundo principio de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y sus ODSs es no dejar a nadie atrás, parece claro que hay mucho trabajo por hacer para que esta frase sea un hecho y no un simple slogan. Está demostrado, debido a su efecto multiplicador, entre otros factores, que el turismo tiene la capacidad para conseguirlo o, al menos, para contribuir de una manera mucho mayor que otros sectores. Ahora falta demostrarlo en estos tiempos difíciles que nos ha tocado vivir. 


Para ello, la OMT se centra en tres esferas, que se podrían enriquecer de la siguiente manera: 

  • Alianzas: en la publicación que han lanzado para esta edición se centran en el nivel más macro, obviando quizás las casi obligatorias alianzas al nivel más local, cada vez más necesarias y de las que ya tenemos ejemplos tanto de grandes capitales como de los municipios más pequeños. O la colaboración público privada, y por supuesto la también indispensable colaboración entre el sector privado, incluso entre competidores.

  • Sensibilización: Se remarca la importancia del papel político y de los diferentes gobiernos, que claramente es importante y muy necesario por el rol que ocupan las diferentes políticas públicas en el sector, pero no olvidemos que la sensibilización es trabajo de toda la cadena de valor del sector. En Fiturnext podemos ver cómo casi cada una de las iniciativas que analizamos es un vehículo de sensibilización que convierte cada viaje en una transformación personal del visitante y contribuye al cambio desde la base, que son los y las viajeras.  

  • Mirar hacia el futuro: con un mensaje en el texto muy centrado en el hoy, sin entrar en cómo la tecnología, su conocimiento y acceso, es un vehículo para el crecimiento, ahora más que nunca y especialmente en el sector turístico. Y, por desgracia, la falta de acceso a la misma puede ser otro factor que contribuya a dejar atrás a esos grupos vulnerables.  

Desde Ideas for Change estuvimos en 2020 y 2021, en plena pandemia, trabajando en el reto Fiturnext sobre “cómo el turismo puede contribuir a la igualdad de género”. Entre todos los aprendizajes comprobamos que, si bien se está haciendo un trabajo excelente tanto desde dentro como desde fuera del sector, también queda mucho por hacer. La edición anterior de Fiturnext (2019) estuvimos enfocados en “cómo el turismo puede contribuir al desarrollo económico local”, donde vimos el potencial del turismo para impactar en la economía más local, aportando soluciones incluso en temas de despoblación. 

Tenemos claro que el turismo, bien gestionado, es un vehículo para el cambio positivo. Un cambio que respeta y abraza la diversidad cultural y de cualquier tipo, porque viajar se trata de eso, del deseo de conocer lo ajeno y poner en común lo propio. Viajar también es que las personas se unan y se ayuden mutuamente, especialmente en épocas difíciles. También es que mujeres ayuden a mujeres y los hombres sean parte de la solución, no del problema. Ver que la despoblación es también una oportunidad para los locales porque hay personas que buscan alejarse de grandes núcleos. Que la accesibilidad no es solo poner una rampa, sino una mejora justa y necesaria de los núcleos urbanos ya que todos, más tarde o más temprano, necesitaremos que nos faciliten las cosas. Que la brecha digital, tanto de acceso como de uso, ya es una brecha social más. 

Por todo ello, creemos que este mensaje del Día Mundial del Turismo es muy acertado y necesario y que, efectivamente, hay que poner el turismo al servicio de la recuperación de la manera más eficiente posible. Siguiendo esta premisa como hoja de ruta estamos trabajando desde una óptica regenerativa a través de diferentes proyectos

A partir de aquí, la pregunta que ha de ser una constante es:

¿A quién nos estamos dejando atrás?