Turismo regenerativo

Turismo regenerativo

Accesibilidad en el turismo: un reto permanente

Accesibilidad en el turismo: un reto permanente

25 de enero de 2023

Por Sandra Campos, Consultora especializada en turismo. (Publicación original en castellano)

El turismo es comúnmente denominado la industria de la felicidad. Practicar el ocio, experimentar nuevas sensaciones o conocer nuevos destinos y culturas, es ya para muchos una necesidad. 

Sin embargo, el carácter intangible del turismo, la imposibilidad de evaluar los diferentes elementos que conforman nuestro viaje antes de disfrutarlos y la travesía hacia un entorno no conocido o habitual, generan incertidumbre.

Esta incertidumbre, aunque común a cualquier viajero, se ve incrementada en las personas con necesidades de acceso, por lo que la accesibilidad turística o universal, entendida no sólo como la eliminación de barreras físicas, sensoriales o de comunicación, sino como la creación de espacios, productos y servicios que puedan ser disfrutados por toda la población con independencia de sus capacidades, se convierte en una característica necesaria de cualquier entorno.


En concreto, la Organización Mundial de la Salud estima que el 15% de la población mundial (unos mil millones de personas) presentan algún tipo de discapacidad y con ella, diferentes necesidades de acceso, cifra que aumenta de forma vertiginosa en los últimos años debido a las altas tasas demográficas negativas, el aumento de la esperanza de vida, y las crecientes enfermedades crónicas vinculadas al estilo de la misma. Tan sólo en España, la carencia de una industria turística realmente accesible hace que  aproximadamente unos cuatro millones de personas tengan problemas a la hora de viajar, debido a factores como la presencia de múltiples barreras físicas, la falta de conocimiento y formación en materia de inclusión, o la escasa existencia de elementos de diseño universal.

Por ello, y como parte del compromiso de FiturNext en la pasada edición 2022 sobre cómo el turismo puede contribuir a alcanzar una sociedad más accesible, hemos puesto en valor la necesidad de hacer de la accesibilidad un reto permanente. Así mismo se titulaba el diálogo mantenido con una de las entidades ganadoras de aquella edición. Miguel Carrasco, Director del área de turismo y accesibilidad universal de Predif, regresaba a FiturNext 2023 para ofrecernos distintos aprendizajes para la consecución de una industria turística accesible, sostenible y de calidad.

Tres fueron las claves destacadas en esta conversación: la importancia de la sensibilización como sustento de una sociedad realmente inclusiva, de la formación de los futuros profesionales del sector, y de la continuidad de la accesibilidad a lo largo de los diferentes elementos que componen la experiencia del viaje.

Primera clave, sensibilización

Imprescindible para lograr la inclusión real en la sociedad. Educar en igualdad de derechos, acceso y oportunidades, comprender y transmitir las necesidades que presenta cada persona teniendo en cuenta sus capacidades y difundir las diversas realidades existentes, se convierten en el vehículo idóneo para la construcción de una sociedad inclusiva.

Segunda clave, formación

En el turismo, compuesto fundamentalmente por servicios, el factor humano cobra una especial relevancia. Por ello, la formación en materia de accesibilidad hacia los futuros profesionales del sector es esencial, pues juega un papel clave en la experiencia del turista. Sin embargo, existe una limitada oferta formativa en este ámbito, y son pocas las titulaciones específicas disponibles, tanto a nivel universitario como de formación profesional. Además, la mayoría de los estudios ofertados se encuentran enfocados hacia otras especialidades que aunque necesarias, presentan una menor transversalidad, como el urbanismo o la arquitectura, por lo que el valor humano dentro de la industria turística no conoce, en gran medida, las necesidades de las personas con discapacidad, así como  la forma en la que dirigirse o tratarlas.

Por ello, conocer y comprender no sólo las necesidades, hábitos de consumo y percepciones de estas personas, también los diferentes aspectos normativos y técnicos en materia de accesibilidad, es fundamental para una industria de calidad integral, que incremente la competitividad de los diferentes destinos y que se encuentre sustentada en un desarrollo social,  sostenible y para todos. 

Tercera clave, la cadena de valor del turismo accesible

Debemos entender esta noción desde una óptica ampliada, extendida a todos los elementos de la cadena de valor que conforman la experiencia de viaje, de forma que posibilite la llegada, itinerancia, disfrute de las diferentes experiencias y retorno al origen a cualquier individuo sin distinción, favoreciendo una participación universal. Podríamos imaginar una cadena compuesta por diferentes eslabones, donde cada eslabón perteneciera a cada una de las etapas o momentos del viaje. De esta forma, la accesibilidad debe encontrarse presente en cada eslabón, desde el origen del turista con la planificación del viaje, a su retorno al mismo una vez finalizado, pasando por las diferentes etapas o fases.

Esta es una condición necesaria pero no suficiente. La accesibilidad también debe encontrarse inherente a la relación ejercida entre los diferentes eslabones o elementos del viaje, de forma que la totalidad de la experiencia pueda ocurrir sin que el flujo de accesibilidad se rompa en ningún momento. En caso contrario, el surgimiento de una discontinuidad en este flujo accesible, genera diferentes perjuicios, no sólo para estos viajeros y los residentes, también para el estándar de calidad del destino.

Estas claves, junto a todo lo aprendido durante la pasada edición de FiturNext y los nuevos pasos dados desde Ideas for Change para la consecución de una sociedad más inclusiva y accesible, nos han conducido a formar alianza con la Fundación Predif, una de las grandes fundaciones del movimiento asociativo de personas con discapacidad en España, cuya labor gira en torno a la generación de una industria turística universal.

Junto a ellos, y con la firma de este nuevo convenio, nace una nueva etapa de colaboración, compromiso y transmisión del conocimiento e información, donde sumar sea sinónimo de crecer y crecer equivalente a la consecución de una sociedad realmente accesible e inclusiva.

Por Sandra Campos, Consultora especializada en turismo. (Publicación original en castellano)

El turismo es comúnmente denominado la industria de la felicidad. Practicar el ocio, experimentar nuevas sensaciones o conocer nuevos destinos y culturas, es ya para muchos una necesidad. 

Sin embargo, el carácter intangible del turismo, la imposibilidad de evaluar los diferentes elementos que conforman nuestro viaje antes de disfrutarlos y la travesía hacia un entorno no conocido o habitual, generan incertidumbre.

Esta incertidumbre, aunque común a cualquier viajero, se ve incrementada en las personas con necesidades de acceso, por lo que la accesibilidad turística o universal, entendida no sólo como la eliminación de barreras físicas, sensoriales o de comunicación, sino como la creación de espacios, productos y servicios que puedan ser disfrutados por toda la población con independencia de sus capacidades, se convierte en una característica necesaria de cualquier entorno.


En concreto, la Organización Mundial de la Salud estima que el 15% de la población mundial (unos mil millones de personas) presentan algún tipo de discapacidad y con ella, diferentes necesidades de acceso, cifra que aumenta de forma vertiginosa en los últimos años debido a las altas tasas demográficas negativas, el aumento de la esperanza de vida, y las crecientes enfermedades crónicas vinculadas al estilo de la misma. Tan sólo en España, la carencia de una industria turística realmente accesible hace que  aproximadamente unos cuatro millones de personas tengan problemas a la hora de viajar, debido a factores como la presencia de múltiples barreras físicas, la falta de conocimiento y formación en materia de inclusión, o la escasa existencia de elementos de diseño universal.

Por ello, y como parte del compromiso de FiturNext en la pasada edición 2022 sobre cómo el turismo puede contribuir a alcanzar una sociedad más accesible, hemos puesto en valor la necesidad de hacer de la accesibilidad un reto permanente. Así mismo se titulaba el diálogo mantenido con una de las entidades ganadoras de aquella edición. Miguel Carrasco, Director del área de turismo y accesibilidad universal de Predif, regresaba a FiturNext 2023 para ofrecernos distintos aprendizajes para la consecución de una industria turística accesible, sostenible y de calidad.

Tres fueron las claves destacadas en esta conversación: la importancia de la sensibilización como sustento de una sociedad realmente inclusiva, de la formación de los futuros profesionales del sector, y de la continuidad de la accesibilidad a lo largo de los diferentes elementos que componen la experiencia del viaje.

Primera clave, sensibilización

Imprescindible para lograr la inclusión real en la sociedad. Educar en igualdad de derechos, acceso y oportunidades, comprender y transmitir las necesidades que presenta cada persona teniendo en cuenta sus capacidades y difundir las diversas realidades existentes, se convierten en el vehículo idóneo para la construcción de una sociedad inclusiva.

Segunda clave, formación

En el turismo, compuesto fundamentalmente por servicios, el factor humano cobra una especial relevancia. Por ello, la formación en materia de accesibilidad hacia los futuros profesionales del sector es esencial, pues juega un papel clave en la experiencia del turista. Sin embargo, existe una limitada oferta formativa en este ámbito, y son pocas las titulaciones específicas disponibles, tanto a nivel universitario como de formación profesional. Además, la mayoría de los estudios ofertados se encuentran enfocados hacia otras especialidades que aunque necesarias, presentan una menor transversalidad, como el urbanismo o la arquitectura, por lo que el valor humano dentro de la industria turística no conoce, en gran medida, las necesidades de las personas con discapacidad, así como  la forma en la que dirigirse o tratarlas.

Por ello, conocer y comprender no sólo las necesidades, hábitos de consumo y percepciones de estas personas, también los diferentes aspectos normativos y técnicos en materia de accesibilidad, es fundamental para una industria de calidad integral, que incremente la competitividad de los diferentes destinos y que se encuentre sustentada en un desarrollo social,  sostenible y para todos. 

Tercera clave, la cadena de valor del turismo accesible

Debemos entender esta noción desde una óptica ampliada, extendida a todos los elementos de la cadena de valor que conforman la experiencia de viaje, de forma que posibilite la llegada, itinerancia, disfrute de las diferentes experiencias y retorno al origen a cualquier individuo sin distinción, favoreciendo una participación universal. Podríamos imaginar una cadena compuesta por diferentes eslabones, donde cada eslabón perteneciera a cada una de las etapas o momentos del viaje. De esta forma, la accesibilidad debe encontrarse presente en cada eslabón, desde el origen del turista con la planificación del viaje, a su retorno al mismo una vez finalizado, pasando por las diferentes etapas o fases.

Esta es una condición necesaria pero no suficiente. La accesibilidad también debe encontrarse inherente a la relación ejercida entre los diferentes eslabones o elementos del viaje, de forma que la totalidad de la experiencia pueda ocurrir sin que el flujo de accesibilidad se rompa en ningún momento. En caso contrario, el surgimiento de una discontinuidad en este flujo accesible, genera diferentes perjuicios, no sólo para estos viajeros y los residentes, también para el estándar de calidad del destino.

Estas claves, junto a todo lo aprendido durante la pasada edición de FiturNext y los nuevos pasos dados desde Ideas for Change para la consecución de una sociedad más inclusiva y accesible, nos han conducido a formar alianza con la Fundación Predif, una de las grandes fundaciones del movimiento asociativo de personas con discapacidad en España, cuya labor gira en torno a la generación de una industria turística universal.

Junto a ellos, y con la firma de este nuevo convenio, nace una nueva etapa de colaboración, compromiso y transmisión del conocimiento e información, donde sumar sea sinónimo de crecer y crecer equivalente a la consecución de una sociedad realmente accesible e inclusiva.